El Proceso de Transformación: claves

 

Por la experiencias vividas y el trabajo realizado, cuando nos enfrentamos a un proceso de cambio, a nivel personal, profesional o de equipos, necesariamente nos vamos a encontrar con los siguientes hitos o problemas a resolver.

  • Reconocer el problema: detectar los puntos estratégicos.

Vivimos situaciones problemáticas que se repiten una y otra vez, el contexto puede cambiar, unas veces en el trabajo, otras en la familia o con nosotros mismos.. pero no siempre somos conscientes que detrás de ellas se esconde un patrón y que si somos capaces detectarlo, podremos cambiarlo.

Reconocer el problema siempre es el primer paso, estar mezclado con la situación y por tanto contribuyendo a ella te impide afinar la mirada.  Esto no está exento de valor, generalmente nosotros somos parte del problema y eso no le gusta reconocerlo a nadie.

Después hay que ser creativo para encontrar soluciones, puede haber varias y no siempre la misma solución resuelve el mismo problema pues hay matices que condicionan la situación. Estos matices son aparentemente secundarios, sin embargo, en realidad son estratégicos. En estas situaciones la opinión de un consultor o coach puede darte otros puntos de vista, en general los arboles no nos dejan ver el bosque, sólo alcanzamos a ver lo que nos rodea y no las consecuencias a largo plazo.

Una vez que detectas los puntos estratégicos, si empiezas a interactuar con uno de ellos y logras que se mueva, todo lo demás ya ha cambiado.

  • ¿Por donde empiezo?: No puedo ocuparme de todo. 

Aquí la palabra clave es priorizar. 

Una vez que tienes detectado y reconocido el problema global, y se han señalado los puntos estratégicos para iniciar el cambio, solo tienes que priorizar, lo cual, como es obvio no es fácil. la pregunta es ¿por dónde empiezo?, bien, pues empezamos por lo estratégico, olvidando todo lo demás, primero a resolver aquello que puede hacer que tu proyecto se vaya al garete. Me viene a la cabeza personas, formar un equipo comprometido, arrinconar a los contrarios, alejarse de las personas tóxicas y ganar aliados que nos den apoyos y nos sostengan en los momentos de debilidad. El equipo y la gente de la que te rodeas son estratégicos, sin un buen equipo nada se logra.

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Otro punto interesante o palabra clave es infusionar. Efectivamente cuando las personas ven delante la montaña, les resulta demasiado difícil sumar a lo que tienen, todo lo que significa un proceso de cambio integral, es ahí donde la persona se satura y tira la toalla. Por ello, elegimos solo tres aspectos estratégicos que puedas incluir, infusionar, mezclar pero no adicionar a tus obligaciones diarias. No se trata de hacer más se trata de organizar mejor, dedicar tiempo a planificar, repartir tareas y poder respirar a la vez que haces. Meterte dentro de la montaña ayuda a no ver que la montaña es tan alta, solo consigues alcanzar a ver lo que te rodea en tu día a día, con un camino por andar, un reto que conseguir, y de repente cuando echas la vista atrás dices «madre mía, que alto estoy,,, todo eso he subido».

Es el proceso contrario al reconocimiento del problema. Aquí es mejor bajar los pies al terreno y empezar a dar pasos, eso sí, en la dirección indicada. Para ello recomendamos trazar un plan, tener un método y ser constante en su aplicación, aplicarlo con mucha disciplina. El peligro está en comenzar a andar sin rumbo, consumiendo recursos y agotando la energía necesaria para llegar a la cima. En las organizaciones podemos hacer equipos de esforzaditos que trabajan muchas horas pero no obtienen resultados. (Ver Mito de Sísifo)

  • Querer resolver mas problemas de los que se es capaz.

Aquí, podemos establecer niveles de prioridad, desarrollando nuevos puntos estratégicos dentro de cada categoría y hasta que no estén resueltos los puntos que tenemos en un nivel no pasaremos al siguiente, así evitas el abandono. Es cierto, no podemos con todo y si la carga se hace demasiado pesada, nos vamos a cansar y vamos a abandonar. En caso de que esto ocurra, volvemos al inicio, redefinimos puntos estratégicos y personas estratégicas, infusionamos y seguimos adelante. Hacer un repaso de todo lo que se ha conseguido también es importante para dar impulso.  El principal motor de las personas es el éxito, la clave es ir alcanzando pequeños logros. Al igual que tienes que ir fraccionando el problema también debes ir poniendo metas alcanzables e identificables, el todo no se puede mirar, al menos cuando estas en mitad del camino. El líder, debe ser un coach, que acompaña el proceso y al equipo… pero los actores son ellos. Por tanto, también recomiendo que el líder dirija su propio proceso de cambio, de introspección, de reflexión, de búsqueda de metas, etc.

  • Sentirse sólo, pensar que todo está en contra. 

Volvemos al origen de nuevo. Lo primero, lo estratégico es elegir a las personas adecuadas en tu equipo, esto disminuirá ya conocida sensación de soledad del líder. Y después, la clave está en comunicar adecuadamente el proyecto.

Hay un paso intermedio entre elegir al equipo y comunicar: el equipo debe estar 100% convencido, motivado, dispuesto y quiera acometer el proceso de cambio. Si esto se consigue el cambio llegará mucho mas rápido. Hay una estrategia aparentemente mágica, es crear expectativas sobre las personas. Si crees que tu equipo es capaz de conseguirlo díselo, dí lo que esperas de él y haz seguimiento. Una vez que tienes el equipo adecuado, suficientemente motivado, el cambio va calando como el frío en invierno hasta que te hiela. De nuevo el líder es la clave, y una de las características claves del líder es la determinación.

Elvira Pérez

@elvibus11

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