En septiembre de 2015 se adoptó, a través de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan estratégico de acción a favor de las personas, de nuestro planeta y de la prosperidad, que consta de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con 169 metas que abarcan los ámbitos económico, ambiental y social. También se persigue el propósito de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia.
Lo importante de esta apuesta es que tanto el Estado, administraciones públicas, entidades privadas, profesionales y la ciudadanía en general, incluso la de edades más tempranas, podemos contribuir al cumplimiento de los ODS.
En todo este propósito la erradicación de la pobreza es el mayor desafío que tenemos en el mundo y los Estados Miembros de las Naciones Unidas afirman que sin lograrla no puede haber desarrollo sostenible. Una expresión de esta pobreza es la falta de educación, de ahí que exista el ODS 4 que pretende garantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todas las personas. Este objetivo es de vital importancia, ya que, permite “escapar” de la pobreza siendo la clave para poder alcanzar otros ODS, como puede ser su contribución a lograr la igualdad de género, empodera a las personas para que lleven una vida más sostenible y saludable y contribuye a crear sociedades más pacíficas. Según datos del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 la matriculación en la enseñanza primaria en los países en desarrollo ha alcanzado el 91%, pero 57 millones de niños y niñas en edad de escolarización primaria siguen sin asistir a la escuela y 617 millones de jóvenes en el mundo carecen de los conocimientos básicos en aritmética y de un nivel mínimo de alfabetización.
En España, bien sabemos que nuestras aulas son un germen para concienciar de esta y muchas más situaciones de desigualdad, forjar a personas comprometidas y emprendedoras y potenciar proyectos y acciones políticas que favorezcan, entre otros, la erradicación de la pobreza en nuestro país y en otros lugares del mundo. Nuestras acciones están encaminadas a promover este ODS y una de ellas es poner a disposición del profesorado una herramienta eficaz permitiendo al alumnado ser consciente de su posibilidad de intervención con el lema ¡Yo puedo!.
En el acceso a la educación, hay colectivos que encuentran mayor dificultad como pueden ser las mujeres y las niñas, de ahí que la igualdad de género (ODS 5) es para la UNESCO una prioridad mundial estrechamente ligada a la Educación de calidad (ODS4), siendo la finalidad del ODS 5 la de «lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas». Los estereotipos, la violencia machista y la falta de capacitación femenina en el ámbito académico y profesional determinan menos oportunidades para acceder al mercado de trabajo. Volviendo a datos del Ministerio, las mujeres en España destinan más del doble del tiempo que los hombres a tareas vinculadas con el hogar y la familia, obstaculizando el desarrollo de sus competencias y su acceso laboral. Por ello, también desde nuestra Escuela de Mujeres Kōan aunamos esfuerzos a través de diversas acciones, entre ellas el gimnasio emocional, para que la mujer encuentre un espacio donde desarrollarse, creer en sus posibilidades y emprender sus objetivos.
La pandemia de COVID-19 está generando una crisis sanitaria y económica que marca un punto de inflexión para la Agenda 2030 de Naciones Unidas y para la sociedad en su conjunto. Según informe de la UNESCO , en abril de 2020 cerca de 1600 millones de chicas y chicos estaban fuera de la escuela. Por esta situación, serán mayores los desafíos y quizás cueste aún más lograr alcanzar todos los objetivos propuestos en 2015, sin embargo, hoy los ODS son, más que nunca, una guía fundamental para garantizar, no solo la transición hacia un modelo sostenible, sino un puente a la supervivencia donde podemos intervenir toda la ciudadanía.
By Mª José Chacón
Equipo KŌAN