El conflicto como aliado del aprendizaje

En la vida diaria, con mucha frecuencia, aparecen dificultades, contrariedades, interrogantes, necesidades, inquietudes, frustraciones, miedos y momentos de “bajón”. En muchas de estas ocasiones nos sentimos mal y nuestra propia personalidad se ve alterada y se tambalea. Es el momento de gestionar el conflicto como aliado del aprendizaje. Esas situaciones pueden venir de nuestros propios pensamientos y percepciones de la realidad, o provocadas por la interacción con los demás. Es, entonces, cuando esa determinada situación se convierte en un conflicto.

Con frecuencia tenemos que resolver conflictos de distinta naturaleza, y si no somos capaces de abordarlos de forma adecuada, pueden convertirse en una fuente de malestar tanto para nosotros como para las personas con las que convivimos.

Pero si entendemos el conflicto como algo connatural al ser humano, algo que necesitamos para aprender y salir de nuestras zonas de confort, la visión del conflicto deja de ser una amenaza para convertirse en una fuente esencial de crecimiento personal.

No se trata de buscar conflictos con la asunción de comportamientos disruptivos, actitudes negativas o con faltas de respeto y consideración hacia los demás, ya que la propia existencia, nuestra visión de la realidad y el contacto con los demás, son una fuente misma de conflictos. Pero si canalizamos adecuadamente los conflictos y las emociones que ellos generan en nosotros podemos descubrir una zona mágica de aprendizaje.

A través de el conflicto se convierte en aliado del aprendizaje al posibilitar desarrollar habilidades sociales; entrenar la empatía y la compasión; adquirir competencias interpersonales básicas, como la escucha, el diálogo y la negociación; aprender a tomar decisiones; y a desarrollar la capacidad de enfrentarse a las dificultades (la resiliencia). Estos aprendizajes nos permiten activar nuestra inteligencia en sus dimensiones vertical (saber cosas), lateral (creatividad) y emocional (gestión de las propias emociones y entender las de los demás).

Autor: Manuel Jesús Ceballos García

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