Daniel Goleman es un psicólogo de renombre internacional, que da conferencias con frecuencia a grupos profesionales, a público de negocios, y en los campus universitarios. Como periodista científico Goleman informó sobre el cerebro y las ciencias del comportamiento para el New York Times durante muchos años. Su libro de 1995, “La Inteligencia Emocional”, con más de 5.000.000 de copias impresas en todo el mundo y traducido a 40 idiomas, ha sido un éxito de ventas en muchos países.
En “El Punto Ciego” sobre la psicología del autoengaño, me ha llamado la atención, la tendencia del yo a codificar la información que recibimos de nuestro entorno en función de lo que nos importa. Es decir, organizamos nuestro sistema de percepción y retenemos aquellos datos que nos interesan en función de la organización interna de nuestro yo. Sin embargo, y pese a ello, en muchas ocasiones tenemos una imagen muy distorsionada de nosotros mismos.
“Personas muy competentes se sienten, en ocasiones, profundamente ineptas y personas inferiores se sienten superiores, personas que han llevado vidas ejemplares se martirizan con sentimientos de culpa, mientras que otros, culpables de crímenes horrendos, no parecen experimentar el menor remordimiento.” Extracto de “El Punto Ciego”.
Detrás de esto está el concepto que tengamos de nosotros mismos, el autoconcepto. De hecho, según afirma Epstein, las personas con alta autoestima llevan en su interior un padre orgulloso de los éxitos de su hijo y tolerante con sus fracasos. Este tipo de individuo tiende a tener una visión optimista de la vida y es capaz de tolerar el estrés sin llegar a sentirse excesivamente ansioso. Y aunque pueden desilusionarse y deprimirse ante experiencias puntuales, las personas con una adecuada autoestima se recuperan rápidamente, del mismo modo que lo hacen los niños que están seguros del amor de su madre.
Esta reflexión me produce una profunda compasión hacia mis iguales y me ayuda a comprender y a descubrir en lo profundo que llevamos, la fuerza de las circunstancias. Empero, la forma de mostrarnos en el mundo termina convirtiéndose en forma de ser, y eso nos ata a nuestras circunstancias, impidiendo el crecimiento personal y la ruptura con ataduras del pasado que nos limitan y nos coartan la libertad de ir al mundo con nuestra esencia, con una fuerza renovada y libre.
Cree en ti, en tus posibilidades, en lo que eres capaz de hacer, permítete ver cuales son tus ataduras, no las que están en los que te rodean, las que tu llevas contigo, en la media que las conozcas serás capaz de enfrentarte a ellas.
Os dejo un enlace a un extracto de «El Circo de las mariposas» seguro que os hace reflexionar sobre la capacidad de superación que todos llevamos dentro.
By Elvira Pérez
@Elvibus11