El poder en nuestras manos

Con más frecuencia de la que nos gustaría, queremos realizar cantidad de actividades de las que algunas se quedan pendientes de concluir, provocándonos estrés y frustración porque el Tiempo se nos fue de las manos.

¿Por qué esas 24 horas diarias se quedan cortas para muchos? No son ni 5 ni 10 ¡sino 24! Que sí, que es verdad, que, como media, 8 horas las invertimos en dormir (o deberíamos), 8 horas en trabajar para los que puedan hacerlo (o más, según el caso, aunque también tenemos los días de descanso) y, el resto, ya lo asignamos en función de nuestras circunstancias y, sobre todo, de nuestra sensación del Tiempo.

¿Qué es eso de nuestra sensación del Tiempo? Se da cuando, por ejemplo, ante la proyección de una película de duración 2 horas, una persona que le ha gustado podría decir «se me ha pasado volando», mientras que otra, que le ha parecido soporífera, podría comentar «se me ha hecho eterna». La duración de la película para ambas personas era la misma (2 horas) pero su percepción del transcurso del Tiempo ha sido diferente. Este modo de vivir el Tiempo se llama Kairós. Las prioridades que marcamos se contemplan en la dimensión del Tiempo según Kairós y el determinar si algo es Importante o/y Urgente va a depender de esa sensación de Tiempo.

Por tanto, la pregunta ahora sería ¿sabemos distinguir entre lo Importante y Urgente? ¿todo lo Urgente es Importante? ¿todo lo Importante es Urgente?  Aquí está una de las claves para el buen aprovechamiento del Tiempo, el saber diferenciarlos. Ante una vida plagada de actividades, inquietudes e imprevistos, no podemos llegar a todo a la vez y, para evitar frustrarnos, es necesario priorizar. La mejor opción sería que lo Importante dejara de ser Urgente, permitiéndonos abarcar aquello que queremos de forma placentera, y, para ello, podemos contar con una buena aliada, la Planificación.

Sin embargo, para llegar a ser buenos planificadores, podríamos partir de la siguiente pregunta que sirve como premisa de gran transcendencia ¿Cuánto valoro el Tiempo? El Tiempo es limitado, y seremos más o menos productivos, nos sentiremos más o menos satisfechos, en función de su aprovechamiento, de ahí esa gran verdad que dice «el Tiempo es oro». Cada hora, cada minuto, cada segundo, cuentan para poder hacer lo que necesitamos y no podemos permitirnos el lujo de perderlos con banalidades. Por tanto, siendo tan vital para tener calidad de vida, es crucial que le demos al Tiempo el valor que se merece. Valorándolo, no permitiremos que los demás nos hagan perder el tiempo ni contribuiremos a hacérselo perder a los demás. Ese respeto mutuo nos ayudará también a armonizar las relaciones

Siendo conscientes de que el Tiempo está en nuestras manos otorgándonos poder, ¿qué vamos a hacer con él?.

Mª José Chacón Aguilar

@MjoseChaconAg

 

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