Cada vez más municipios ven cómo su población desciende vertiginosamente con el riesgo de poder desaparecer. Es necesario tomar medidas y, entre ellas, está potenciar el papel de la mujer rural como motor de impulso en el desarrollo sostenible de estas zonas.
La despoblación y sus consecuencias
En 2018, el 80% de la población española se concentraba en las ciudades. Según datos de la ONU, en 2050 esta cifra subirá hasta casi el 90%. Si nos centramos a nivel de Andalucía, tres de cada cuatro de los 785 pueblos andaluces han perdido población en la última década, y 82 sufren un riesgo severo de despoblación (datos del Instituto de Estadística y Cartografía (IECA)). Son los pueblos entre 1.000 y 20.000 habitantes quienes se vacían, al punto de entrar la mayoría en la categoría que la UE denomina en riesgo de despoblación.
La realidad es que más de la mitad del territorio andaluz viene padeciéndolo desde hace años, y ya empieza a ser muy grave en algunas zonas
La Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) redactó un informe sobre este problema en el que considera que «los datos de saldo vegetativo en Andalucía, junto al hecho de que no ha desaparecido ningún municipio y el fuerte desarrollo de la agricultura en algunas zonas de la comunidad, han contribuido a que se excluya Andalucía del debate sobre los problemas de despoblación en España, trasladando la falsa idea de que no existe ese problema en nuestra comunidad autónoma. La realidad es que más de la mitad del territorio andaluz viene padeciéndolo desde hace años, y ya empieza a ser muy grave en algunas zonas».
Entre las consecuencias de la despoblación están la pérdida del dinamismo económico, el empobrecimiento de la población y de los servicios básicos (sanidad, educación, alimentación, etc) desertización rural, incendios, sobrepoblación en las ciudades, contaminación, empeoramiento de la salud, entre otras.
Causas que destacan
Pero, ¿cuáles son las principales causas que agudizan el problema de la despoblación rural en España? En su investigación, Joaquín Recaño, demógrafo de la Universidad Autónoma de Barcelona, explica que el proceso de despoblación es el resultado de la interacción de diferentes fenómenos demográficos. Principalmente, apunta a la emigración de jóvenes en busca de oportunidades laborales y educativas en las ciudades. Una situación que se agrava por la mayor emigración de las mujeres, que supone un fuerte desequilibrio entre sexos en numerosas zonas rurales.
Esto dificulta la posibilidad de generar empleo y prosperidad a la zona.
Además, más de 2 millones de mujeres en la Andalucía rural se enfrentan a una grave situación de desigualdad provocada por la masculinización de determinados sectores, el machismo y la conciliación familiar. Esto dificulta la posibilidad de generar empleo y prosperidad a la zona.
La mujer rural en busca de soluciones
Con esta situación de falta de sostenibilidad que afecta a nivel medioambiental y en el bienestar y la calidad de vida de las personas, la alarma empieza a sonar en muchos municipios andaluces, y españoles en general, que presencian cómo van “muriendo lentamente” y reclaman un cambio con el establecimiento de estrategias de “salvamento”.
Cada vez más municipios son conscientes que mujeres y jóvenes pueden impulsar el desarrollo de las zonas rurales, siendo la educación y la formación uno de los principales pilares del desarrollo futuro de su territorio. Lo que adquiere rango de primera necesidad en el medio rural establecer políticas de igualdad de oportunidades para la mujer y una mejora del propio medio que facilite el desarrollo personal y profesional de ambos colectivos. Ya es tiempo de darles el papel protagonista que se merecen.
Nuestra contribución
Desde KŌAN, Educación e Igualdad apostamos como estrategia de “salvamento” potenciar y retener el talento femenino, en particular, y de jóvenes, en general, a través de nuestro programa HABIL GYM, que contribuye al sostén de un mundo rural más formado y diversificado, con más oportunidades de futuro y que fortalecerá actividades fundamentales como la conservación del patrimonio rural, gastronómico y del medio ambiente.
Somos mujeres, madres y empresarias, que vivimos y tenemos nuestras familias en el mundo rural y queremos que nuestros hijos tengan oportunidad de vivir donde ellos decidan. Nuestra experiencia personal y profesional nos ha demostrado el talento que tienen mujeres y jóvenes para transformar su municipio. Con nuestros programas de entrenamiento, en colaboración con ayuntamientos, entidades educativas y asociaciones, estamos acompañando a personas a romper barreras, a adquirir mayor autonomía y a darse cuenta que tienen la libertad y el poder para contribuir a la sostenibilidad de su lugar de origen generando, como dicen nuestros colaboradores de 3CS Expertos en Agenda Urbana, “pueblos y ciudades agradables para vivir y trabajar”.
No dejes “morir” lo que más quieres, “sé el cambio que quieres ver en el mundo”
Elvira Pérez Rueda y Mª José Chacón Aguilar
Equipo KŌAN